El presidente de la Asociación de Kiosqueros del Chaco, Rolando Kraemer, trazó un panorama sombrío para el sector en diálogo con Radio Facundo Quiroga. Afirmó que la situación económica golpea de lleno a los comercios de cercanía, donde los aumentos de tarifas y la caída del consumo generan un combo difícil de sostener. “Los kioscos se acomodan como tortugas, metiendo la cabeza para pasar el mal momento”, graficó.
Kraemer explicó que el ciclo comercial de los kioscos entre abril y julio suele ser bajo por razones estacionales, pero que este año se suma una crisis profunda que afecta especialmente a los barrios. “Ahí no hay tantos asalariados formales, hay muchos trabajadores informales o cuentapropistas, y viven al día. No pueden hacer grandes compras en supermercados”, indicó. Además, desmintió que siempre los mayoristas sean más económicos. “Hay productos que vendemos más baratos que ellos”, aseguró.
La suba de tarifas, especialmente la luz, representa una carga crítica. “Los servicios están carísimos, trabajamos con el gobierno para buscar soluciones, como la energía solar”, adelantó. Sin embargo, advirtió que los comercios más grandes, con empleados, están al borde: “Nuestra ley laboral es muy rígida. Si hay que achicar, cuesta carísimo. Y si no achicás, te fundís”.
Sobre este punto, Kraemer reclamó una reforma laboral que contemple la realidad de los pequeños comercios. “No es lo mismo una demanda contra Ford que contra un kiosquero. No tenemos estructura legal ni económica para enfrentar juicios laborales. Siempre perdemos y mal. Así se quedan sin trabajo todos, incluso el dueño”, lamentó.
Finalmente, remarcó que desde hace más de una década impulsa cambios normativos para proteger a las pequeñas unidades productivas y fue convocado recientemente a la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados. “Hay que entender que el kiosquero es parte del barrio, sufre lo mismo que sus vecinos. No somos el enemigo”, concluyó.
