En la séptima audiencia del juicio por la muerte de Diego Maradona, la atención se centró en los resultados de las pruebas complementarias a la autopsia. Peritos que participaron en los análisis toxicológicos e histopatológicos fueron llamados a declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro. Estas pericias buscaban determinar si Maradona había consumido drogas o alcohol antes de su fallecimiento y revelar el estado de sus órganos.
El bioquímico Ezequiel Gustavo Ventosi fue contundente al afirmar que el análisis de las muestras de sangre, orina e hisopados no detectó "una droga de abuso". Específicamente, dio negativo para alcohol etílico, cocaína, marihuana, éxtasis y anfetaminas. Sin embargo, sí se encontraron rastros de medicamentos como Venlafaxina, Desmetilvenlafaxina, Levetiracetam, Quetiapina, Naltrexona y Metoclopramida.
Por su parte, los peritos anatomopatóloga Silvana de Piero y el médico tanatólogo Alejandro Vega detallaron los daños internos que presentaba Maradona. De Piero observó pruebas de cirrosis hepática, función renal alterada y falta de oxígeno en el corazón, además de alta presencia de colesterol y pulmones y cerebro inflamados con edemas. Vega enfatizó que el corazón de Maradona estaba aumentado de tamaño, pesando 503 gramos cuando un peso normal es de 250 a 300 gramos. También halló depósitos de grasa y falta de elasticidad en sus arterias coronarias, indicando falta de oxígeno e irrigación sanguínea (fenómeno isquémico).
Ambos peritos coincidieron en que Maradona presentaba patologías de larga data y órganos crónicamente dañados, incluyendo el corazón, el hígado y el sistema renal, además de una acumulación de líquidos que su cuerpo no podía eliminar. Estas afirmaciones de los expertos complican la situación de los imputados en la causa, sugiriendo que muchas de estas condiciones pudieron haber sido diagnosticadas y tratadas en vida.
En el banquillo de los acusados se encuentran la psiquiatra Agustina Cosachov y el neurocirujano Leopoldo Luque, entre otros, imputados por el delito de homicidio simple con dolo eventual. Los detalles revelados en esta audiencia, basados en los análisis post-mortem, aportan información crucial sobre las condiciones médicas preexistentes de Maradona y la ausencia de drogas de abuso en su sistema al momento de su muerte.