El Gobierno enfrenta este miércoles un doble desafío: lograr la aprobación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que habilita el acuerdo con el FMI y controlar una nueva movilización en el Congreso, que podría generar disturbios.
Desde la Casa Rosada confían en que tienen los votos suficientes en Diputados para evitar que el decreto sea rechazado, lo que garantizaría su vigencia sin necesidad de debate en el Senado. Mientras tanto, el oficialismo minimiza la reunión convocada por Cristina Kirchner para unificar la postura del PJ.
En paralelo, el Ministerio de Seguridad, junto con otras áreas, ha diseñado un operativo para contener la marcha en apoyo a los jubilados. Se espera una protesta más masiva que la anterior, con la participación de gremios y organizaciones sociales, además de sectores que ya protagonizaron incidentes la semana pasada.
La Policía de la Ciudad y la Federal desplegarán un fuerte dispositivo de seguridad, con cortes de calles desde las 9 de la mañana y controles a los micros que trasladen manifestantes. El objetivo es evitar hechos de violencia y una posible represión que genere nuevas críticas al Gobierno.