El gobierno de Italia aprobó una reforma que restringe la ciudadanía por derecho de sangre, permitiéndola solo a hijos y nietos de italianos que hayan residido al menos dos años en el país. El senador Ricardo Merlo, presidente del Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior, calificó la medida como "una bomba que no la esperábamos de este gobierno".
Merlo explicó que la reforma excluye a descendientes más lejanos y facilita la nacionalización de inmigrantes extracomunitarios. "A partir de esta reforma, solo pueden pedir la ciudadanía aquellos que tengan padres o abuelos italianos, punto", aseguró en diálogo con Mitre Resistencia 90.7. Además, advirtió que quienes tenían turnos pendientes para tramitar la ciudadanía podrían perderlos.
El senador también despejó dudas sobre quienes ya obtuvieron el pasaporte italiano: "El que tiene la ciudadanía que se quede tranquilo, la va a seguir ejerciendo y no tienen manera de sacársela". Sin embargo, señaló que la medida impactará a generaciones futuras: "Mi hijo, que es italiano, no le va a poder transmitir la ciudadanía a su hijo si no vive dos años en Italia".
Para Merlo, la reforma responde a "una presión de la Unión Europea y sobre todo de España", que busca priorizar la inmigración extracomunitaria por sobre los descendientes de italianos en el exterior. "Nos están robando la identidad de esta manera", lamentó, agregando que el sistema "necesitaba cambios, pero esto es un golpe drástico".
La reforma, que fue aprobada por decreto, debe pasar por el parlamento italiano en los próximos 60 días. "Vamos a tratar de modificarlo para disminuir los daños", adelantó el senador, quien ya trabaja en enmiendas para suavizar las restricciones.