Benicio Cuellar, un profesor de inglés de la localidad de Tartagal, en la provincia de Salta, recuperó su libertad tras vivir una verdadera pesadilla: estuvo un año y medio detenido por una denuncia de abuso sexual que resultó ser completamente falsa. La acusación fue presentada a fines de 2023 por una alumna, y a pesar de la ausencia total de pruebas en su contra, Cuellar fue detenido de manera preventiva, una situación que recién ahora, tras su absolución, comienza a superar.
La denuncia se formalizó a fines de 2023, y el docente permaneció detenido de forma preventiva durante 15 meses. Él siempre sostuvo firmemente su inocencia, declarando: "Nunca se me pasó por la mente hacer algo así. Soy inocente". Uno de los puntos más críticos y alarmantes del caso fue la extrema lentitud de la Justicia: según explicó su abogado, Rambert Ríos, la psicóloga del Poder Judicial tardó 11 meses en presentar el informe clave que finalmente demostró que la presunta víctima había mentido.
El letrado de Cuellar, Rambert Ríos, incluso afirmó que el propósito detrás de la falsa acusación era "sacarle su puesto de trabajo" para que otro profesor ocupara su lugar. Según Ríos, fue un plan urdido por un grupo familiar en complicidad con otros docentes. La dolorosa verdad finalmente salió a la luz cuando la propia denunciante admitió en el juicio que había mentido, poniendo fin a este calvario judicial que sufrió el profesor.
La familia de Benicio Cuellar también vivió un proceso devastador. Su hija, Eliana, compartió que la experiencia fue una "película de terror". Relató con indignación que su padre fue detenido en febrero de 2024 y que el crucial informe psicológico para determinar el perfil de la supuesta víctima demoró un año en emitirse, mientras a su padre lo tildaban de "monstruo". Eliana lamentó profundamente que, dada la ausencia de pruebas, su padre, que además tiene problemas de salud, "tendría que haber salido el año pasado y no 15 meses después".
Ahora que Benicio está finalmente libre, su hija Eliana expresó que no espera disculpas de la familia de la denunciante. Su único deseo es estar con su padre y acompañarlo en este proceso de recuperación, pues el trauma vivido es inmenso: "No se lo deseo a nadie", manifestó, destacando la difícil realidad de tener que "volver a empezar de cero". El caso de Benicio Cuellar pone un foco crítico en las severas consecuencias de las falsas denuncias y en los tiempos de la Justicia cuando la libertad de una persona inocente está en juego.