El Abierto de Australia vivió un momento imprevisto cuando Novak Djokovic se retiró de su partido de semifinales contra Alexander Zverev. Después de un primer set muy disputado, que culminó en un tie break a favor del alemán por 7-6(5), el tenista serbio decidió no continuar debido a una lesión. El partido ya había generado preocupación desde el inicio, con Djokovic solicitando asistencia médica en varias ocasiones durante el primer set, que duró 82 minutos.
Djokovic reveló que la lesión que lo obligó a retirarse es un desgarro muscular en el muslo izquierdo, problema que arrastra desde su partido de cuartos de final contra Carlos Alcaraz. A pesar de intentar gestionar el dolor con tratamientos, el malestar se hizo insoportable durante la semifinal. El jugador serbio admitió que, si hubiera ganado el primer set, "podría haber intentado continuar en pista", pero reconoció que no tenía suficiente "combustible en el tanque" para jugar tres o cuatro horas más.
La retirada de Djokovic generó sorpresa en el público del Rod Laver Arena, con algunos aficionados reaccionando con abucheos. El serbio, por su parte, comentó sentirse satisfecho con haber llegado a la semifinal, aunque no era suficiente para sus estándares. También felicitó a Zverev por su pase a la final.
Ahora, Djokovic deberá enfocarse en su recuperación y en su preparación para Roland Garros. El mundo del tenis espera su pronta recuperación, con la esperanza de verlo de vuelta en su mejor nivel.