El Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de diciembre de 1989. La iniciativa fue promovida con el propósito de concienciar a los gobiernos y a la opinión pública sobre la importancia de tomar medidas para minimizar los riesgos asociados a los desastres naturales y provocados por la actividad humana.
Además, se pretende subrayar la relación entre la vulnerabilidad ante los desastres y la desigualdad, destacando cómo el acceso distinto a servicios esenciales agrava la exposición al riesgo y perpetúa el ciclo de pobreza y desigualdad. Con un enfoque integral se busca mejorar la resiliencia; generar medios de subsistencia, económicos y bienes materiales, así como en infraestructura crítica y servicios básicos.
Las actividades típicas incluyen conferencias, seminarios, talleres y campañas de sensibilización a nivel global. Se busca publicar y compartir historias de éxito en torno a las llamadas a la acción como la readaptación o construcción de escuelas para que sean resilientes a los desastres. Simulacros de evacuación organizados por las escuelas y concursos, canciones o películas sobre los riesgos de catástrofe, son algunas de las tareas realizadas en años anteriores.
Este año en la agenda de Naciones Unidas hay varias conversaciones y charlas de capacitación on line. Por ejemplo sobre “Campaña virtual para la siguiente generación en resiliencia del futuro”, este mismo domingo 13. Mientras que el lunes 14 de octubre habrá tres: una sobre Empoderamiento en la superación de sistemas de agroalimentos, otra sobre Aproximaciones sobre efectos del cambio climático, y la tercera es una Conferencia en la reducción del riesgo de desastre en Asia-Pacífico.
