La ecoperiodista Ana María Galarza llevó a Radio Facundo Quiroga a un recorrido por la riqueza gastronómica de El Impenetrable chaqueño, una cocina que refleja el ingenio y la tradición de sus habitantes, así como un profundo respeto por los recursos del monte. “El monte alimenta de formas que desde la ciudad no imaginamos”, contó, destacando el vínculo íntimo entre la tierra y la mesa local.
Uno de los momentos que más la marcaron fue durante un casamiento en Miraflores, cuando probó unas empanadas de charqui, una carne seca, salada y conservada al sol, una técnica ancestral pensada para conservar alimentos sin electricidad. “Me enamoré del charqui”, confesó.
Galarza también se sorprendió con preparaciones poco comunes, como una salsa hecha con ortiga, a la que se le quita el picor tras largas horas de cocción y se mezcla con mayonesa casera y aceite de oliva para obtener un aderezo que recuerda al sabor de la palta. “Me dijeron que tengo que probarlo la próxima vez”, afirmó, mostrando su curiosidad por los sabores genuinos del monte.
Más allá de los ingredientes, la cocina de El Impenetrable es memoria y comunidad. “Desde quesos caseros hasta chivitos a la parrilla, todo tiene el sello del monte y de quienes trabajan la tierra”, relató, emocionada por la generosidad de la gente que siempre le ofrece lo mejor de su mesa. “Jamás me faltó qué comer, siempre me traigo unos kilos de más”, añadió.
Respecto a esta relación entre el monte y la gastronomía, Galarza sintetizó con fuerza: “Se adapta con lo que el monte da”, una frase que refleja el espíritu resiliente y creativo de quienes viven en esta región. Para ella, es clave que se conozca esta otra dimensión del Chaco profundo. “Nos han mostrado solo una imagen del Impenetrable, pero hay otra, la del sabor, el encuentro y el tiempo del monte. Ir allá es bajar veinte cambios, volver a escuchar y compartir”, concluyó.