El piloto Mauro Passarino, competidor en el GP 1000 de Brasil, compartió en los estudios de Radio Facundo Quiroga su compromiso con el desarrollo de nuevos talentos en el motociclismo. En ese camino, acompaña a jóvenes promesas del deporte en Paraguay y también a familiares que siguen sus pasos. “Mi sobrino Agustín cumplió 18 años ahora, y ya le exigí las notas del colegio para ver si cumple las bases y condiciones para la siguiente carrera”, contó.
Passarino destacó que en este deporte, más allá de la habilidad sobre la moto, se requiere disciplina. “Él tiene que mostrarme su trabajo para, bueno, yo poder hacer el mío”, explicó sobre su rol con Agustín, quien “terminó quinto en el podio” en la última fecha y “en carrera dos terminó segundo”. También acompaña a su sobrino Nacho, de 7 años: “Estamos soltándolo para que lo viva y se divierta”.
Consultado sobre su estilo, reconoció: “Soy bastante por ahí pesado si se quiere. No me gusta ese papel, pero sí me gusta que se cumpla el trabajo”. Y detalló: “Tenés que entrenar, llegar bien físicamente, comer bien, cuidarte. No podés descuidarte en la calle porque estás compitiendo a nivel internacional y tenés que dar el ejemplo también”.
El piloto chaqueño recordó la influencia de su padre en su propia formación. “Siempre fue muy no estricto, yo creo que era lo necesario. Yo era muy joven, competíamos muchísimo y tengo un conocimiento en la moto muy grande. Así que trato de pasar eso para ellos”, explicó.
En su tiempo libre, también se dedica a la mecánica. “Me meto bastante en el taller cuando me dan los tiempos”, aseguró. Actualmente trabaja junto a su padre en una moto 600 con la que compitió en Brasil en 2022. “Está ahí guardada, la tenemos que volver a poner a punto para entrenamientos o exposiciones”, adelantó.
