La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció que el Gobierno de Donald Trump aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por información que permita el arresto del dictador venezolano Nicolás Maduro. La cifra duplica la recompensa anterior, que era de 25 millones.
A través de un video difundido en sus redes sociales, Bondi aseguró que Maduro utiliza organizaciones terroristas extranjeras como la Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y el Cártel de los Hijos para introducir drogas letales y violencia en territorio estadounidense. “Hasta la fecha, la DEA ha incautado 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro y sus cómplices, de las cuales casi siete están asociadas directamente a él”, precisó.
Bondi agregó que el Departamento de Justicia también incautó más de 700 millones de dólares en activos relacionados con Maduro, entre ellos dos aviones privados y nueve vehículos. “Es uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para nuestra seguridad nacional”, afirmó.
Por su parte, el subsecretario de Estado, Cristóbal Landau, consideró que las relaciones con Venezuela dejaron de ser un tema diplomático y pasaron a ser “fundamentalmente” un asunto de seguridad y aplicación de la ley. Según dijo, el país fue “secuestrado por una banda criminal” y Maduro no es reconocido como un mandatario legítimo, sino como el líder de un cártel.
Maduro ya había sido imputado en 2020 por cargos de conspiración narcoterrorista y tráfico internacional de drogas. En los últimos meses, Estados Unidos también denunció fraude en las elecciones presidenciales de julio de 2024, en las que el régimen proclamó a Maduro como vencedor, aunque las actas recopiladas por la oposición apuntaron a un claro triunfo de Edmundo González Urrutia, hoy exiliado en España.





