La esgrima criolla, una disciplina originaria de las costumbres gauchas, resiste al paso del tiempo y mantiene viva la historia de nuestro pueblo. Jorge Prina, instructor de esta tradición en Argentina, explicó en diálogo con Radio Facundo Quiroga cómo esta práctica no solo es un combate con facón y poncho, sino también una forma de aprender sobre la identidad y las raíces de la cultura gaucha. "Se estudian todos los elementos que hacen al folclore argentino y el rol del gaucho en cada etapa de la historia", comentó.
El instructor detalló que la esgrima criolla, que tiene más de 300 años de existencia, es una mezcla de combate y saberes populares. "El gaucho adquirió un sistema de combate propio, conocido por sus golpes con el facón, los palitos tiznados y los cortes". Subrayó que, a pesar de la popularización de la teatralización gauchesca, la esgrima criolla conserva su esencia a través de la enseñanza y la práctica. "Lo que hice fue sistematizar y acumular este conocimiento para evitar que se pierda", agregó.
El entrenamiento de la esgrima criolla está accesible para personas de todas las edades, aunque los combates con facón están dirigidos a adultos mayores de 18 años. "La violencia existe en el combate, pero lo que hacemos es alejar la parte peligrosa, utilizando cuchillos de goma y explicando la historia detrás de cada movimiento", afirmó. Además, destacó la importancia de enseñar sobre la historia y el contexto de esta disciplina, pues sin conocimiento histórico, el arte pierde su valor y significado.
En cuanto a su difusión, Prina mencionó que, aunque las competencias no son tan numerosas como otras disciplinas, hay una creciente demanda por aprender y practicar esgrima criolla. "Existen exhibiciones en eventos patrios, como el Cabildo de Buenos Aires, donde representamos y compartimos la historia a través de la vestimenta y las técnicas", dijo. En este sentido, la cultura gaucha, para él, va más allá de la danza y la gastronomía, abarcando una visión completa del folclore.
La esgrima criolla se está posicionando no solo como una actividad física, sino también como un medio para reconectar con los valores y saberes de las generaciones pasadas. "Es importante que los jóvenes conozcan y aprendan sobre su historia, ya que es lo que los forma como personas", reflexionó, destacando el valor de la educación cultural. Con alumnos tanto en Argentina como en el exterior, la enseñanza de la esgrima criolla ha traspasado fronteras, manteniendo viva una tradición única en el mundo.