Ann Altman, presentó una denuncia ante un tribunal en Missouri, Estados Unidos, acusándo al director ejecutivo de OpenAI de abuso sexual e incesto durante una década, que comenzó cuando ella tenía tres años y él doce. Según la demanda, los abusos continuaron hasta que Sam era adulto y Ann aún era una niña.
La familia Altman, incluyendo a su madre y otros hermanos (Connie, Max, y Jack), respondieron a través de una carta pública en la cuenta de X de Sam, negando rotundamente las acusaciones y señalando que Ann sufre de "enfermedades mentales". En el comunicado, la familia afirma que la demandante hizo denuncias similares contra otros parientes en el pasado con fines económicos. Además, sostienen que durante años intentaron apoyar a Ann económicamente, pagando sus facturas y ofreciéndole ayuda médica y laboral, entre otras cosas.
La familia también alega que Ann acusó a la familia de "retener indebidamente fondos" de su padre fallecido, así como de "hackear su Wifi" y hacerle "shadowbanning" en redes sociales y ChatGPT. Asimismo, la familia destaca que las acusaciones de Ann "evolucionan drásticamente con el tiempo", incluyendo ahora incidentes cuando Sam era mayor de edad. A pesar de que la familia intentó mantener el asunto en privado, optaron por responder públicamente tras la demanda legal.
La familia Altman insiste en la falsedad de las acusaciones y expresa el "inmenso dolor" que les causa la situación. Piden "comprensión y compasión" y expresan el deseo de que Annie encuentre la "estabilidad y la paz".