La noche de este miércoles dejó un nuevo capítulo decisivo en Gran Hermano. En una gala cargada de tensión, se conocieron los nombres de los cuatro finalistas del certamen. Selva Pérez fue la última participante eliminada, al perder en una votación mano a mano contra Luz Tito, quien logró imponerse con claridad gracias al voto del público.
La dinámica de la noche arrancó con los cinco participantes en competencia —Eugenia Ruiz, Santiago “Tato” Algorta, Ulises Apóstolo, Luz Tito y Selva— reunidos en el living. Como ocurre en esta etapa, la votación fue positiva: el público debía elegir a sus favoritos para la final. Santiago del Moro fue anunciando uno a uno los nombres salvados, hasta dejar en la cuerda floja a Luz y Selva, protagonistas de una relación marcada por idas y vueltas.
Eugenia fue la primera en asegurarse su lugar en la final, seguida por Tato, quien consolidó su perfil estratégico en las últimas semanas.
Ulises se convirtió en el tercer finalista con una celebración eufórica y descontracturada, fiel a su estilo.
Finalmente, Luz fue confirmada como la última finalista, dejando a Selva fuera de competencia tras una votación decisiva.
La eliminación de Selva generó reacciones encontradas. La uruguaya fue una de las jugadoras más intensas del juego, tanto en lo estratégico como en lo vincular. Su paso por la casa incluyó enfrentamientos memorables, especialmente con Juan Pablo “Devi” De Vigili, y una relación compleja con Eugenia, con quien había formado una fuerte alianza inicial. Su carácter frontal y su forma de jugar la posicionaron como una de las figuras más comentadas del reality.
La noche también tuvo un momento inesperado con la reaparición de Sandra Priore, exjugadora recientemente eliminada, quien ingresó brevemente para devolver objetos retirados de la casa y dejar un mensaje a los finalistas: “Aprovechen lo que les queda, porque después lo van a extrañar”, les dijo antes de despedirse.