La situación se volvió viral en redes sociales.
Una enfermera que trabaja en la Unidad de Pronta Atención número 5 (UPA), denunció que el domingo por la noche en Longchamps, provincia de Buenos Aires fue esposada por una oficial de la Policía por negarse a realizar una extracción de sangre a un preso en medio de una emergencia.
En base a lo que cuentan los testigos, la enfermera, Claudia, suspendió la tarea ante la llegada de una persona que había sufrido un infarto, por lo tanto la situación ameritaba un “código rojo”, como lo denominan en el centro de salud. En ese momento, una oficial de la fuerza le impidió continuar con su trabajo y le colocó las esposas que, según señalaron, tenía el detenido, identificado como Corvalán.
El momento en que la mujer pedía que le quitaran las esposas quedó registrado en un video que luego, se viralizó rápidamente. Ante la difusión de las imágenes, la Policía defendió su accionar al asegurar que la profesional los había recibido “de forma agresiva y se habría abalanzado sobre la efectiva”. Asimismo, aseveraron que el personal de salud se había negado a realizar los exámenes de sangre y orina indicados porque reclamaba que la fuerza de seguridad le proveyera el material necesario para las tareas.
En el video, que se encuentra circulando en las últimas horas en redes sociales se aprecia el momento de mayor tensión. Claudia pide que la suelten para volver a trabajar. “Fue de terror lo que me pasó. Somos pocas enfermeras en las guardias porque hay muchas bajas, gente que se contagió y otros que murieron. Yo estaba finalizando mi turno, ni siquiera estaba en ese sector. Yo tenía que atender a una persona con un dolor en el pecho”, afirmó en noticieros nacionales.
Además, la victima contó que se topó con la situación cuando se dirigía a atender a su paciente en emergencias, cuando en ese momento “me increpó la policía preguntándome qué me pensaba yo, me dijo que tenía que hacer lo que ella me decía. Me trató muy mal. Entonces le dije que tenía que atender una emergencia y que además nuestro trabajo no es hacer extracciones, porque no somos extraccionistas. No hay en la UPA”, argumentó.
“Cuando salí, me estaba esperando escondida la oficial y me tomó de atrás. Yo pensé que eran como diez personas, pero era ella sola. Le sacó las esposa al preso y me las puso a mí. Me quiso poner la dos, pero como yo luchaba, me puso solo la derecha. A mi compañera también la quisieron esposar e incluso pidió refuerzos para que nos llevaran a la comisaría. Después fuimos enseguida a hacer la denuncia correspondiente”, aseguró.
"El paciente estaba sentado al lado del preso, que no se fue porque no quiso” atestiguó la mujer consternada por la situación que vivió en las últimas horas e incluso contó que sufrió una suba de presión.
Hasta el momento se conocen ambas versiones contrapuestas. Asimismo, la enfermera realizó una denuncia por abuso de autoridad, en el cual interviene la UFI 4. Además, según fuentes extraoficiales, la policía implicada fue desestimada de la fuerza y el detenido no llego a realizarse el análisis de sangre.