Luego de haber sido internada de urgencia, María Becerra confirmó a través de sus redes sociales que sufrió un nuevo embarazo ectópico, una condición médica grave que, en su caso, derivó en una hemorragia interna con riesgo de vida. La cantante fue operada de urgencia y permaneció en terapia intensiva, aunque actualmente se encuentra fuera de peligro y en recuperación.
Pero ¿qué es exactamente un embarazo ectópico y por qué puede repetirse? Según explicó a Infobae el ginecólogo oncológico Federico Bianchi (MN 134936), se trata de un cuadro en el que un óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, generalmente en las trompas de Falopio. Allí, el embrión no tiene espacio ni condiciones para desarrollarse, lo que genera complicaciones severas.
“El riesgo más importante es la hemorragia interna”, subraya el especialista. Esto sucede cuando el embarazo avanza y la trompa se rompe, provocando un sangrado hacia el abdomen (hemoperitoneo), lo que puede derivar en un cuadro de hipovolemia y comprometer la vida de la paciente si no se actúa a tiempo.
Por qué puede repetirse
Becerra ya había atravesado un embarazo ectópico anteriormente, y este antecedente es uno de los factores que incrementan las chances de que se repita. “Cuando hay una intervención previa en el abdomen, como una cirugía por embarazo ectópico, puede haber adherencias que dificulten el paso normal del óvulo por las trompas”, explica Bianchi.
Esas adherencias son como cicatrices internas que alteran la anatomía del aparato reproductor. Así, si una trompa fue extirpada, la otra queda como único canal posible, pero también puede verse afectada por irritaciones o cirugías previas, lo que aumenta el riesgo.
Además, infecciones como la enfermedad inflamatoria pélvica, la endometriosis o procedimientos quirúrgicos en la zona (como apendicitis o intervenciones en el colon) también pueden predisponer a un embarazo ectópico.
Síntomas y diagnóstico
En sus primeras etapas, un embarazo ectópico puede parecerse a uno normal: falta de menstruación, náuseas y sensibilidad en los senos. Pero rápidamente pueden aparecer señales de alerta como dolor pélvico y sangrado vaginal.
El diagnóstico temprano es clave. Se realiza mediante una ecografía transvaginal y un análisis de sangre para medir los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG). Si los niveles son elevados pero no se detecta un saco gestacional en el útero, puede tratarse de un embarazo ectópico.
Tratamiento y recuperación
Cuando hay riesgo de ruptura o se detecta sangrado interno, la cirugía es el único camino. En casos menos graves, se puede programar la intervención, pero si hay un cuadro agudo como el de Becerra, la operación debe realizarse de inmediato.
El procedimiento puede ser una salpingectomía (extirpación de la trompa afectada) o una salpingostomía (extracción del embrión conservando la trompa). En todos los casos, el embarazo no puede ser reubicado en el útero.
Aunque no siempre se puede prevenir un embarazo ectópico, hay medidas que reducen el riesgo: tratar a tiempo las infecciones, evitar intervenciones innecesarias en las trompas y seguir de cerca la salud reproductiva, especialmente si hubo antecedentes.
María Becerra ya se encuentra fuera de peligro, pero su caso visibiliza una condición poco conocida y potencialmente mortal, que requiere atención médica inmediata y una recuperación tanto física como emocional.