El sector se encuentra en estado de alerta tras ser excluido del nuevo régimen de reducción de retenciones anunciado por el Gobierno. Las principales cámaras del sector, como la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (C.A.P.I.P.), calificaron la decisión como "sorpresiva" y advirtieron sobre una "situación de quebranto inminente".
Según las cámaras, la actividad pesquera enfrenta una combinación de altos costos operativos, excesiva carga tributaria y derechos de exportación que oscilan entre el 1% y el 9%. Estas condiciones ponen en riesgo la continuidad de importantes pesquerías que son claves para el desarrollo regional en la Patagonia y la Costa Atlántica bonaerense, además de ser generadoras de divisas. El nuevo esquema de retenciones, vigente desde el 27 de enero hasta el 30 de junio, beneficia a los cultivos tradicionales, como la soja, el trigo, la cebada, el sorgo y el maíz, con reducciones significativas, pero deja fuera al sector pesquero.
La exclusión del sector pesquero no solo afecta su competitividad, sino que también compromete empleos directos e indirectos vinculados a actividades como la construcción de embarcaciones, la logística y la producción de insumos. Además, se pone en peligro los esfuerzos realizados para garantizar la sostenibilidad medioambiental de la actividad.
El sector pesquero exige su inmediata incorporación al régimen de reducción de retenciones para evitar impactos negativos en la sostenibilidad económica, social y ambiental. El reclamo se suma al debate sobre los criterios del Gobierno en la asignación de beneficios fiscales, ya que otros sectores como el azúcar y el tabaco sí fueron contemplados en la eliminación de retenciones.
