Mientras la población se dispone a descansar o viajar, la disponibilidad de este recurso vital disminuye incluso entre los donantes habituales, lo que deja a miles de pacientes en una situación de vulnerabilidad extrema. Los especialistas advierten que la mayor expectativa de vida y el aumento de cirugías complejas requieren cada vez más voluntarios para sostener el sistema sanitario.
La doctora Miriam Méndez, jefa del servicio de Hemoterapia del Hospital Alemán, explica que mientras la mayoría se dispone a descansar, muchos pacientes esperan "algo que no puede comprarse ni fabricarse, que es la sangre". Méndez señala que la demanda aumenta todo el año debido a cirugías complejas y tratamientos oncohematológicos, pero advierte que en esta época "las personas estamos en otra sintonía" y las donaciones voluntarias disminuyen por los viajes y la falta de una cultura solidaria establecida.
Existen múltiples factores que limitan la cantidad de donantes, desde el aumento de tatuajes hasta cambios en las dietas que provocan anemia en mujeres jóvenes. La doctora busca desterrar mitos comunes, como la necesidad de ir en ayunas, aclarando que para donar sangre "se desayuna, lo habitual". Méndez insiste en que la donación debe ser vista como un compromiso constante y no solo ante una emergencia: "Uno lo debe hacer como un hábito solidario".
El procedimiento es seguro y está abierto a personas de entre 16 y 65 años, pudiendo extenderse hasta los 68 años en casos de buena salud. Incluso quienes padecen diabetes y toman medicación oral pueden ser voluntarios. Al respecto, la especialista destaca la capacidad regenerativa del ser humano: "Nuestro cuerpo es una fábrica especial y hermosa de células sanguíneas", recordando que el volumen de sangre se recupera en apenas dos o tres días tras la extracción.
Finalmente, la doctora Méndez hace un llamado a la conciencia social, definiendo el acto de donar como un "deber cívico y moral". En un periodo donde abundan los presentes materiales, invita a la comunidad a realizar "un regalo desde el corazón" que permita a los pacientes de alta complejidad restablecer su salud. Sin donantes voluntarios, los tratamientos críticos y los trasplantes en los hospitales simplemente no pueden sostenerse.
