Salvador Plasencia, uno de los médicos que atendía al actor Matthew Perry, se declaró culpable de distribuir ketamina sin justificación médica. La admisión fue realizada este miércoles como parte de un acuerdo con la fiscalía federal de Estados Unidos, lo que lo expone a una pena máxima de hasta 40 años de prisión.
El médico, que reconoció haber suministrado ketamina al actor sin un fin terapéutico real, fue identificado como una figura central en la investigación por la muerte del protagonista de Friends. Según la fiscalía, Perry recibió al menos 27 dosis de la sustancia en las 72 horas previas a su fallecimiento.
Como parte del acuerdo, Plasencia entregará su licencia médica en un plazo de entre 30 y 45 días. Mientras tanto, continuará en libertad bajo fianza hasta que se defina su condena, programada para el próximo 3 de diciembre.
Gracias a su colaboración, se le retiraron otros cargos, como la falsificación de registros médicos. Sin embargo, los investigadores sostienen que Plasencia intentó encubrir su responsabilidad tras la muerte del actor, llegando incluso a inventar un falso tratamiento con ketamina para borrar su implicancia.
“Quiso hacer dinero con su adicción”, afirmaron desde la fiscalía, que lo ubica en el centro de una red más amplia de suministro de sustancias a personas vulnerables. El caso continúa generando conmoción en el mundo del espectáculo.
