El próximo martes 12 es la fecha agendada para que se conozca el fallo del juicio oral y público realizado en Charata por la muerte de Leandro Bravo, de 37 años, que falleció el 26 de febrero de 2022, tras una detención policial.
El oficial subayudante Alexis Fleitas Noguera, el cabo Franco Sosa y el agente Carlos Díaz enfrentan cargos de tortura seguida de muerte, lo que podría resultar en una condena de prisión perpetua si son hallados culpables.
Organizaciones de derechos humanos y la investigación penal de primera instancia consideran que los uniformados que intervinieron en aquel procedimiento fueron los responsables de la muerte de Bravo, mientras que la defensa de los policías argumentó que el deceso se produjo por serios problemas de salud preexistentes.
En el juicio, la fiscal Silvana Rinaldis repasó los elementos reunidos en la causa y se pronunció a favor de que los cuatro detenidos sean absueltos. Considera que los policías detuvieron a Bravo sin excederse en el uso de la fuerza pública y que su fallecimiento no fue producto de tormentos ni de acciones asfixiantes perpetradas por los agentes, como sostenían los sectores denunciantes, sino de un estado sanitario extremadamente frágil.
El debate
El caso tiene una versión distinta y controversial con cruces entre las partes. La querella sostiene una versión diferente. Bravo había salido en moto con un primo a comprar cerveza y fue seguido por la Policía. Al llegar a casa de una vecina, conocida como "Bety", pidió ayuda. Ella, tras escuchar gritos, salió y vio a los policías atrapando a Bravo a media cuadra. Lo metieron en una camioneta policial y se dirigieron a Sanidad Policial, donde la enfermera se negó a atenderlo y solicitó que lo llevaran urgentemente al hospital. Sin embargo, al llegar, se constató que el joven ya estaba muerto. Una segunda autopsia arrojó que Bravo murió por múltiples lesiones a causa de "una asfxia por comprensión extrínseca del cuello".