La abogada y docente Celeste Segovia, especialista en Derecho de Niñez y Familia, visitó los estudios de Radio Facundo Quiroga y analizó el proyecto de ley impulsado por el diputado Samuel Vargas que busca crear un Registro Provincial de Obstructores. La iniciativa apunta a visibilizar y sancionar las obstrucciones injustificadas en los vínculos parentales, que afectan gravemente a niños, niñas y adolescentes. “La obstrucción de vínculos es un flagelo social que atraviesa a muchas familias del país y del Chaco”, aseguró.
Segovia explicó que la obstrucción parental no solo afecta al progenitor impedido de ver a sus hijos, sino también al entorno familiar más amplio: abuelos, tíos, primos. “Es un quebrantamiento del vínculo afectivo e identitario del niño. A veces hay abuelos que fallecen sin poder volver a ver a sus nietos, en medio de un proceso judicial que se eterniza”, señaló. Para la especialista, la burocracia judicial y las dilaciones generan una cronificación del conflicto, lo que termina afectando directamente al niño.
El proyecto de ley propone la creación de un registro público de personas que hayan sido identificadas judicialmente como obstructores de vínculos. “No es una solución mágica, pero es una herramienta legal disuasoria. Si un juez especializado, con informes interdisciplinarios, determina que hay una obstrucción injustificada, puede ordenar la inscripción en el registro como medida de presión para que cese esa conducta”, explicó.
Uno de los problemas más graves, según detalló, es el uso del niño como “moneda de cambio” en conflictos entre adultos. “El obstructor tiene una mecánica repetida: excusas constantes para evitar el contacto del niño con el otro progenitor. Es el cumple, está enfermo, tiene una actividad. Y muchas veces el niño repite discursos del adulto obstructor. Cuando se llega a la instancia judicial, muchas veces ya es tarde porque el chico fue colonizado emocionalmente”, advirtió.
Finalmente, Segovia insistió en que no se trata de una cuestión de género. “Puede haber hombres o mujeres obstructores u obstruidos. Lo importante es no negar el fenómeno. El proyecto está frenado en comisiones por cuestiones ideológicas. Pero no podemos permitir que las discusiones políticas nos impidan ver que los que más sufren son los chicos”, concluyó.