El psicólogo social Carlos Frette, en una charla con Radio Facundo Quiroga, explicó cómo el cerebro humano se vuelve adicto a sustancias y comportamientos. Según relató, las adicciones no solo tienen un componente físico, sino que están profundamente ligadas a aspectos neurológicos, psicológicos y sociales. “El cerebro se vuelve dependiente de las sustancias debido a la liberación de dopamina, que provoca placer y satisfacción”, señaló.

Frette destacó que, cuando una persona consume una sustancia como la cocaína, su cerebro se adapta a niveles anormales de dopamina, lo que reduce la capacidad de disfrutar de actividades cotidianas. “Con el tiempo, el cerebro desarrolla tolerancia, necesitando más sustancia para lograr el mismo efecto”, comentó.

El psicólogo subrayó que cada persona experimenta la adicción de manera única, lo que explica por qué los tratamientos deben ser personalizados. “El consumo no ocurre siempre a las mismas horas ni bajo las mismas circunstancias, por eso el acompañamiento es clave en los momentos de mayor vulnerabilidad”, explicó.

Un punto importante es que, aunque el cerebro no puede olvidar las experiencias relacionadas con la adicción, sí puede aprender nuevas conductas. “El proceso de desintoxicación y reaprendizaje es largo, pero es posible sustituir hábitos adictivos por otros más saludables”, afirmó Frette.

Finalmente, mencionó que los tratamientos pueden incluir tanto medicación como intervenciones psicoeducativas, y que es fundamental la prevención para evitar recaídas.