La boda entre Pedro Puerta y Karen Fiege, dos figuras políticas de Misiones, generaron gran revuelo. El evento, programado para abril en Puerto Iguazú, no es solo un acontecimiento social, sino un punto de inflexión en la política provincial. Puerta, hijo del exgobernador Ramón Puerta, pertenece al partido Activar, mientras que Fiege es diputada del Frente Renovador de la Concordia. La ceremonia contará con la presencia de cuatro expresidentes, incluyendo a Mauricio Macri, lo que eleva el perfil del evento a niveles inusuales.
La boda incluye dos ritos religiosos, uno católico y otro islámico, debido a la ascendencia libanesa de Fiege. Sin embargo, la situación política que envuelve a la pareja es compleja y tensa. Karen Fiege renunció a su cargo en la ANCA, un año antes de finalizar su mandato, debido a la presión de su partido, que no ve con buenos ojos su relación con Pedro.
Las especulaciones sobre un posible "armado" político para fortalecer la imagen de Puerta no se han hecho esperar. Puerta enfrenta un escándalo relacionado con la posesión y distribución de material de abuso sexual infantil, junto a otros diputados. Las conexiones entre Puerta y Germán Kiczka, exdiputado acusado de pedofilia, alimentan estas sospechas.
La renuncia de Fiege a su banca legislativa se produce en un contexto donde las responsabilidades políticas y personales pueden entrar en conflicto. La decisión de Fiege de priorizar su vida personal y su relación con Puerta generó un impacto político. Su banca será asumida por Nancy Unfhurer.
La boda de Pedro y Karen se convirtió en uno de los eventos más intrigantes del año en Misiones, donde la política y la vida personal se entrelazan de manera evidente. La atención se centra en cómo se desarrollará esta historia y qué implicaciones tendrá para el futuro de ambos en el ámbito político.