Una condena por violencia de género de dos años de manera condicional, un crimen aún sin juzgarse y un intento de homicidio pusieron entre las cuerdas a Cristian Pitala, que hace casi tres años acribilló de seis disparos -con un cómplice que en ese momento tenía 16 años- a un joven cuando compraba tortas parrillas en la esquina de avenida Rissione y Pellegrini en Villa San Martín.
"Casi tres años y seguimos dando vueltas para el juicio, tienen todas las pruebas. Aparte de soportar la desidia debemos verle la cara al asesino de mi hijo porque pasa por el frente de mi casa. No tiene empatía y no tiene respeto por mí, que soy la mamá", dijo llorando Graciela Segovia a la prensa.
La mamá del joven asesinado, Eduardo Gómez, y su nuera Angélica Canteros, la viuda, se cruzaban con Cristian Pitala, ya que el acusado jamás cumplió la restricción de acercamiento. El individuo vivía a una cuadra de las damnificadas. Por desobedecer sumó una causa más a su historial criminal.
A los pocos días, Pitala que tiene colocada una tobillera tras la condena por violencia de género, su hermano Braian y Ricardo Aguirre, alias "Pelado", atacaron a balazos a un joven que sobrevivió de milagro.
A las pocas horas fue detenido Cristian Pitala, quien había sido liberado en 2023 por la entonces jueza de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal, Mercedes Riera, al pagar la irrisoria cifra de 100.000 pesos tras haber matado a Gómez a sangre fría.
Hace días, el dolor de la esposa y de la madre de Gómez fue mitigado por el ejemplar fallo de la jueza de la Cámara Tercera en lo Criminal, Lorena Padovan, quien dirigirá el juicio por jurados que no comienza debido a la lentitud en un recurso que el Superior Tribunal de Justicia sigue sin resolver.
Se trata de una maniobra de la defensa del otro implicado, Santiago Caballero, que cuando mató era menor de edad. Padovan con fecha 9 de abril de 2025 dictó prisión preventiva para Pitala, luego de recurrentes incumplimientos al cerco perimetral hacia la familia Gómez.
La decisión de la jueza Padovan es un bálsamo para la viuda y su hija -que tuvo con Gómez- y para su madre, ya que el temor las invadía.
El fiscal de Cámara Juan Martín Bogado había solicitado en octubre del año pasado que se lo detenga. El abogado Pablo Vianello, que representa a la querella, había advertido sobre la peligrosidad de Pitala, que junto con su hermano y otro cómplice -se mantienen prófugos- intentaron matar a un joven en Villa Prosperidad.
