La décima audiencia del juicio por jurados por el crimen de Cecilia Strzyzowski abrirá este lunes desde las 8 en el Centro de Estudios Judiciales, ubicado en avenida Juan B. Justo 48, donde comenzará una nueva etapa marcada por la presentación de los testigos ofrecidos por las defensas. Tras la declaración del último testigo del Equipo Fiscal Especial y de las querellas, la jornada quedará bajo la conducción de la jueza Dolly Fernández, dando paso por primera vez a la estrategia defensiva.
El inicio de esta fase estará centrado en los imputados Gustavo Obregón y Fabiana González, considerados piezas clave en el engranaje de encubrimiento del asesinato ocurrido el 2 de junio de 2023 en la vivienda del clan Sena, en Santa María de Oro 1460. Ambos, históricamente muy cercanos a Emerenciano Sena y Marcela Acuña, fueron señalados por la Fiscalía como responsables de maniobras decisivas tras el crimen.
Los primeros testigos ofrecidos por las defensas de Obregón y González serán Anabella Obregón y Rosana Lemos, convocadas por la defensora del matrimonio Sena, Marcela Acuña y Emerenciano Sena, Elena Puente. Sus declaraciones inaugurarán la etapa en la que las defensas buscarán contrarrestar el cuadro probatorio ya expuesto por la acusación.
Según la investigación fiscal, Obregón, chofer personal de Emerenciano y hombre de su extrema confianza, tuvo una participación directa el día del crimen: trasladó el cuerpo de Cecilia en su camioneta Toyota Hilux blanca desde la casa familiar hasta la chanchería del campo Rossi. Allí, siempre de acuerdo con la acusación, el cuerpo fue incinerado por César Sena durante casi doce horas, y luego Obregón adquirió bolsas de consorcio para colocar los restos y arrojarlos al riacho Tragadero.
En paralelo, la Fiscalía sostiene que Fabiana González, secretaria de Acuña, colaboró en tareas de ocultamiento de pruebas. Ese mismo 2 de junio recibió un mensaje en el que Acuña le advertía: “Pasó algo grave con César. Hablá con Gustavo, no le digas nada a Emerenciano. Estoy desesperada”. González habría intervenido en la limpieza de la escena y en el retiro de la cama y el colchón donde se hallaron rastros de sangre compatibles en más del 99,9% con el ADN de la madre de Cecilia, según confirmó la bioquímica forense Inés Carranza. Tanto González como Obregón continúan detenidos e imputados por encubrimiento agravado, figura que prevé penas de hasta seis años y que también alcanza a Griselda Reynoso y Gustavo Melgarejo, cuidadores de la chanchería.





