El gasto con tarjetas de crédito en el exterior se triplicó, alcanzando niveles cercanos a los récords pre-crisis de 2018. Este fenómeno se debe, en gran parte, al boom del turismo emisivo y a la apreciación cambiaria. El stock de préstamos en dólares por consumos con tarjetas superó los 760 millones de dólares, un 185% más que el promedio de enero de 2024, acercándose al récord de 838 millones de dólares de febrero de 2018.
Este aumento en el gasto se atribuye al incremento de viajes a destinos como Brasil, Chile y Estados Unidos, donde los precios resultan más accesibles en comparación con destinos locales. Además, se observó un aumento en los tours de compras a países limítrofes, con un incremento del 116,1% interanual en la cantidad de excursionistas que cruzaron la frontera para adquirir productos a precios más bajos. Otro factor que contribuye a este incremento es el estímulo a la importación de bienes a través del sistema de correo privado (Courier), facilitado por las compras en plataformas en línea.
El aumento del consumo con tarjeta en dólares está generando una mayor demanda de dólar MEP. El Banco Central tuvo que intervenir en los mercados financieros para contener la brecha cambiaria, gastando 619 millones de dólares de las reservas en la primera mitad de enero. Parte del gasto en el exterior se cancela con dólares propios de los consumidores, adquiridos mayormente en el MEP, mientras que la otra mitad se cancela con pesos al valor del dólar tarjeta, afectando las reservas internacionales netas.
El Gobierno, mientras tanto, busca reforzar el ancla cambiaria y la apreciación del peso, reduciendo el ritmo de devaluación al 1% mensual. En este contexto, el acuerdo con el FMI se vuelve clave. El anuncio sobre retenciones es una señal de que el Gobierno necesita dólares y que está dispuesto a ceder recursos fiscales para incentivar la liquidación de divisas. Se espera que esta medida aumente la oferta de dólares, compensando el drenaje de divisas generado por el turismo y otros gastos.
La exigencia de que los exportadores liquiden el 95% de sus ventas dentro de los 15 días busca fomentar la toma de deuda comercial a través de la prefinanciación de exportaciones, como herramienta para anticipar el ingreso de divisas. El incentivo al "carry trade", impulsado por la reducción del ritmo de devaluación, busca atraer a los exportadores a endeudarse en moneda extranjera y obtener ganancias en pesos.