China está utilizando la plataforma TikTok como un nuevo frente en la guerra comercial, con fabricantes ofreciendo directamente a consumidores estadounidenses productos que supuestamente eluden los aranceles del 145% impuestos por el presidente Trump. Videos de usuarios como Wang Sen, quien afirma ser fabricante original de equipos (OEM) para la mayoría de las marcas de lujo, inundó la red social, instando a los compradores a contactarlos directamente para obtener precios "increíbles". Tiendas mayoristas en línea chinas, como DHgate y Taobao, también escalaron posiciones en las tiendas de aplicaciones de EE.UU..
Sin embargo, expertos dudan de la autenticidad de estas afirmaciones, señalando que los fabricantes legítimos suelen firmar acuerdos de confidencialidad y no venderían públicamente productos de grandes marcas. En particular, Lululemon refutó las afirmaciones de una influencer que promocionaba dos fábricas en Yiwu como sus proveedoras de leggings a US$ 98, asegurando no trabajar con dichas fábricas e instando a los consumidores a estar atentos a posibles falsificaciones. La empresa también destacó que sus proveedores se encuentran en diversos países, no solo en China.
La cuestión de la verdad detrás del "lujo" también se plantea, ya que muchas marcas de alta gama preensamblan componentes en China antes del ensamblaje final en países como Francia e Italia. Esta opacidad en las cadenas de suministro dificulta determinar el origen exacto y las garantías de calidad de los productos ofrecidos directamente por estas fábricas a través de TikTok. Además, no está claro cómo estos envíos directos podrían realmente evitar los aranceles, y se prevén aumentos de precios incluso para compras en plataformas como Temu y Aliexpress con la eliminación de la exención de minimis.
Finalmente, esta tendencia viral en TikTok pone de manifiesto la dependencia de Estados Unidos de las cadenas de suministro chinas e internacionales. La posibilidad de comprar directamente de fábrica obliga a los consumidores a cuestionar el origen real de sus productos favoritos y resalta el impacto ambiental de los envíos masivos y el consumo de artículos de bajo costo. La interrogante sobre el futuro del modelo de consumo masivo también emerge en este nuevo escenario de la guerra comercial digital.