Día mundial sin tabaco: concientización para proteger a las infancias sobre sus efectos nocivos

31 de mayo 2025, 8:21hs

Este día fue instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1987. Su propósito fundamental es informar y concienciar a las personas sobre los efectos sumamente nocivos y letales que tiene tanto el consumo directo de tabaco como la simple exposición pasiva a su humo.

La magnitud del problema que busca abordar este día es inmensa: el consumo de tabaco es perjudicial para todos. Causa la muerte de casi 6 millones de personas cada año en el mundo, y se estima que esta cifra podría aumentar a más de 8 millones para 2030 si no se intensifican las medidas. Sus consecuencias van más allá de la salud individual, afectando negativamente a las familias, la economía nacional por el gasto sanitario y al medio ambiente por su cultivo.

Cada año, la OMS pone el foco en un aspecto particular a través de sus campañas. Para el Día Mundial Sin Tabaco 2025, el tema central es “Desenmascarando el atractivo: Exponiendo las tácticas de la industria sobre los productos de tabaco y nicotina”. La campaña de este año busca concientizar acerca de las estrategias que adoptan las industrias del tabaco para promocionar sus productos. Se intenta mostrar cómo operan estas compañías para generar un atractivo en el tabaquismo, especialmente en las poblaciones más jóvenes y vulnerables..

Los daños que el tabaco provoca en la salud son extensos y están bien documentados. Fumar es la principal causa del cáncer de pulmón y está vinculado a muchos otros tipos de cáncer, incrementa significativamente el riesgo de enfermedades del corazón y causa padecimientos respiratorios graves como la EPOC. También disminuye la fertilidad, acelera el envejecimiento de la piel y daña los dientes, y en mujeres embarazadas aumenta el riesgo de complicaciones y afecta la salud del bebé.

Frente a este panorama, existe una razón primordial para considerar dejar el hábito: la salud. Los beneficios al dejar de fumar son notables y, en muchos casos, casi inmediatos. Desde la mejora en el oxígeno y el CO2 en pocas horas, la normalización del olfato y gusto en días, hasta la reducción drástica del riesgo de sufrir un infarto en un año o de padecer cáncer de pulmón en 10 años, la decisión de dejar el tabaco ofrece una recuperación progresiva y significativa.

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