Cada 18 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Edwards, también conocido como Trisomía 18, con el propósito de aumentar la conciencia sobre esta condición genética y brindar apoyo a los pacientes y sus familias.
Este síndrome es una anomalía cromosómica en la cual los individuos nacen con un cromosoma extra en el par 18, lo que resulta en diversas alteraciones físicas y de salud. Aunque esta condición presenta numerosas complicaciones, como problemas cardíacos, daños intestinales y malformaciones que pueden provocar retraso cognitivo y físico, la esperanza de vida de los pacientes ha mejorado significativamente en los últimos años.
La huella de Ester, una niña con Síndrome de Edwards:
A pesar de la falta de un tratamiento específico, muchos niños con Trisomía 18 han logrado sobrevivir más allá de los primeros meses de vida, demostrando que es posible enfrentar esta enfermedad con los cuidados adecuados desde una edad temprana.
Es fundamental que la sociedad promueva una mayor educación sobre el Síndrome de Edwards para combatir el estigma y la discriminación asociados con esta condición. Los padres de niños con Trisomía 18 enfrentan desafíos únicos, pero con amor, perseverancia y apoyo, son capaces de brindar una vida digna y significativa a sus hijos.