Este 7 de marzo se celebra el Día Mundial del Campo, una fecha que destaca la relevancia del medio rural y la necesidad de revertir los daños ocasionados por una explotación irresponsable de los recursos naturales.
Esta conmemoración, que nació en Argentina en el siglo XX y se expandió por Latinoamérica, Europa y el mundo, busca resaltar el impacto crucial que el campo tiene en la vida social, ambiental y económica de las sociedades. El término "campo", originado del latín, abarca un amplio concepto que incluye tierras, ecosistemas, agroecosistemas y comunidades rurales, y se contrapone al entorno urbano.
Aunque históricamente el campo ha sido visto bajo una perspectiva productiva, esta visión reduccionista pone en peligro el equilibrio de los sistemas rurales. Servicios fundamentales que presta el campo, como la regulación del ciclo hidrológico, la conservación de la biodiversidad, la protección del suelo y la regulación de los gases atmosféricos, a menudo se pasan por alto debido a la falta de un valor monetario inmediato.
Celebrar el Día Mundial del Campo no solo pone en evidencia la importancia del sector agropecuario y sus actores, sino que también sirve como un llamado de conciencia para revertir la degradación de los ecosistemas y los recursos naturales, protegiendo así el legado para las futuras generaciones.