El 29 de octubre marca un hito significativo en el reconocimiento de la importancia del cuidado y el apoyo en nuestra sociedad. La Organización de las Naciones Unidas ha proclamado este día como el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo, un momento para reflexionar sobre la labor esencial que realizan millones de personas en todo el mundo, en su mayoría mujeres, dedicándose a brindar asistencia, cariño y tiempo a quienes lo necesitan.
La resolución de la ONU pone de relieve la necesidad de valorar y reconocer el trabajo de cuidado doméstico no remunerado, fundamental para el bienestar de la sociedad y el desarrollo de la igualdad de género. Este trabajo a menudo se pasa por alto en las políticas y estadísticas, lo que resulta en la invisibilidad de su valor y en la perpetuación de desigualdades que afectan principalmente a mujeres y niñas. La pandemia de COVID-19 ha evidenciado aún más esta problemática, acentuando la carga de cuidados que enfrentan muchas mujeres y limitando su capacidad para participar plenamente en la vida social y económica.
La ONU enfatiza la importancia de reconocer a los cuidadores como trabajadores esenciales, quienes merecen ser valorados y recibir una compensación justa por su labor. Combatir los estereotipos de género y crear un entorno laboral equitativo son pasos cruciales para garantizar que todos los trabajadores del cuidado sean tratados con dignidad y respeto.
Es esencial invertir en la economía del cuidado y establecer sistemas resilientes que consideren las cuestiones de género, edad e inclusión de la discapacidad, asegurando que el trabajo de cuidado y doméstico no remunerado sea reconocido, valorado y redistribuido de manera justa. Este día nos invita a imaginar un mundo donde el cuidado y el apoyo sean tan valorados como el éxito y la independencia, creando así una sociedad más empática y justa.