Cada 5 de agosto se celebra en Argentina el Día del Montañista, una fecha dedicada a quienes practican esta exigente disciplina y que coincide con la festividad de la Virgen Nuestra Señora de las Nieves, considerada patrona de las actividades de montaña.
Aunque la relación del ser humano con la montaña se remonta a los orígenes de la humanidad, el montañismo como práctica deportiva tiene su punto de partida en 1786, cuando Michel-Gabriel Paccard y Jacques Balmat lograron ascender al Mont Blanc. Desde entonces, alcanzar la cima de las grandes montañas del mundo se convirtió en un desafío físico, técnico y espiritual para miles de personas.
Un hito en la historia de este deporte fue la conquista del monte Everest, la montaña más alta del planeta con 8.849 metros, por Edmund Hillary en 1953. Esta cima, ubicada en la cordillera del Himalaya, marca la frontera entre China y Nepal.
En Argentina, los primeros ascensos estuvieron a cargo de expediciones extranjeras. El suizo Matthias Zürbriggen fue el primero en hacer cumbre en el Cerro Aconcagua en 1897. En 1934, el argentino Nicolás Plantamura, del Ejército, se convirtió en el primer compatriota en lograrlo. También se recuerdan la ascensión francesa al Fitz Roy en 1952 y la polémica expedición al Cerro Torre en 1959, en la que falleció Toni Egger y Cesare Maestri afirmó haber alcanzado la cima sin pruebas concluyentes.
