Un pastor evangélico desató una ola de indignación al destruir con un martillo una imagen del Gauchito Gil en un descampado. El acto, registrado en un video que se viralizó, muestra al pastor vistiendo una remera con la frase "La gloria es para Dios", mientras arroja al suelo elementos relacionados con la veneración al santo popular. La acción fue ampliamente criticada por considerarse un ataque a una figura cultural importante del norte argentino y un gesto de intolerancia religiosa.
La comunidad expresó su profundo rechazo ante este acto, calificándolo como una falta de respeto hacia las tradiciones populares y una manifestación de intolerancia religiosa. La figura del Gauchito Gil es profundamente venerada en el norte argentino, y la destrucción de su imagen se percibe como una ofensa cultural. El acto reabrió el debate sobre la convivencia entre las diferentes prácticas religiosas y las tradiciones populares en la región, generando división de opiniones.
Además de la indignación generalizada, las autoridades se encuentran investigando si el pastor profanó un santuario cercano para sustraer los objetos que aparecen en el video. Esta posible profanación añade una capa adicional de gravedad al incidente, intensificando la condena pública hacia el acto del pastor.
Este suceso pone de manifiesto la tensión existente entre diferentes creencias y la necesidad de fomentar el respeto mutuo y la tolerancia religiosa. El incidente invita a la reflexión sobre cómo construir una sociedad inclusiva donde se valoren todas las expresiones culturales y religiosas, evitando actos de violencia y provocación como el presenciado.