El consumo masivo en Argentina experimentó una fuerte caída del 18% interanual en diciembre de 2024, según datos de Scentia. Este desplome llevó a que el año 2024 se consolidara como uno de los peores de las últimas dos décadas, con una retracción acumulada del 13,9%. A pesar de la desaceleración inflacionaria y los esfuerzos de los comercios con descuentos, las ventas en supermercados y autoservicios no lograron alcanzar los niveles del año anterior.
Las caídas fueron generalizadas en diversas categorías de productos. Las bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas, sufrieron los mayores descensos, con un -22,7% y -24,4% respectivamente. Otros rubros afectados fueron higiene y cosmética (-21%) y limpieza del hogar (-20,7%). Incluso alimentos, desayuno y merienda, y productos impulsivos mostraron caídas considerables. Los perecederos, aunque con una baja más moderada, también cerraron el año en negativo.
Es importante destacar que el análisis de Scentia revela que este deterioro se produjo a pesar de una desaceleración de la inflación. En diciembre, el índice de precios del INDEC se ubicó en 2,7% y la división de Alimentos y bebidas no alcohólicas se incrementó 2,2%. Sin embargo, las ventas minoristas de las pymes tuvieron un comportamiento diferente, con un aumento del 17,7% en diciembre, aunque acumulando una caída del 10% en el año.
Para el 2025, se proyecta una recuperación del consumo, aunque modesta. Se espera un crecimiento cercano al 3% respecto al 2024, impulsado por una leve recuperación salarial y la continua desaceleración de la inflación. Este panorama mixto sugiere un año de desafíos para el sector, donde la recuperación no será un proceso automático sino gradual y con un crecimiento no muy significativo.