Se llevó a cabo la última reunión entre el Movimiento Italiano en Espera del Reconocimiento de Rosario, MIERO con el Cónsul Martin Brook del Consulado General de Italia en Rosario, en el cual se intentó destrabar las gestiones para quienes buscan la ciudadanía en el país europeo. Uno de los temas abordados fue el cúmulo de trámites de ciudadanía por medio del consulado y aquellos que lo gestionan como descendientes del Imperio Austrohúngaro.
El administrador de MIERO, Mario Cornaló, comentó que el cónsul en Argentina, se comprometió a solicitar un informe sobre el estado de solicitudes de ciudadanía. Al haber un cúmulo de trámites de ciudadanía por medio del consulado y aquellos que lo gestionan como descendientes del Imperio Austrohúngaro, se solicitó por ambas entidades, un informe sobre el estado de los pedidos. Asimismo, reveló que se identificaron falencias como la amplia región que cubre el Consultado, el mismo que cuenta con la tasa más alta.
“Es un estimado de diez mil ciudadanos que tienen que atender por empleado que tiene el Consulado. Es una forma de mover el avispero a San Roma, para que se enteren que aquí hay compatriotas que están esperando el reconocimiento de su ciudadanía y una sentencia final de su expediente”, afirmó Cornaló en comunicación con Radio Facundo Quiroga
De esta manera, el movimiento plantea dos problemas. El principal, se concentra con los trámites de ciudadanía italiana por "ius sanguinis" (derecho de sangre). Por lo tanto, el Movimiento centraliza su intervención en reclamar el cumplimiento del plazo máximo de que dispone el Estado italiano para resolver estas prácticas de ciudadanía que es de 730 días, observando en algunos casos retrasos que superan este plazo.
El encuentro fue moderado por diputado italiano del Partido Demócrata, Fabio Porta, el cual sirvió para conocer directamente, algunas de las realidades que el Consulado debe afrontar. Además, se fortaleció los lazos entre MIERO y el Consulado General de Italia en Rosario a partir de un diálogo productivo y una actitud de colaboración entre las partes, quienes entienden que, si bien el problema es real, hay una voluntad genuina e intención de trabajar juntos para encontrar la mejor solución