El gobierno argentino enfrenta dificultades para cumplir con los plazos establecidos para las sesiones extraordinarias. A pesar de tener cuatro semanas para debatir siete temas propuestos por el Ejecutivo, las negociaciones con los bloques dialoguistas comenzaron tarde, y las discusiones se vieron demoradas. En la Casa Rosada reconocen que un mes podría no ser suficiente para completar todas las discusiones. Ante esta situación, no descartan prolongar el período de sesiones extraordinarias o avanzar solo con la media sanción de los proyectos en Diputados, postergando el resto del debate para las sesiones ordinarias.
Uno de los puntos más conflictivos es la reforma electoral, que busca eliminar las elecciones primarias (PASO). Esta propuesta ha generado divisiones incluso dentro de los bloques aliados al gobierno, como el PRO y la UCR. Existe la posibilidad de que el gobierno ceda a una suspensión de las PASO en lugar de su eliminación total. Además, el gobierno estaría dispuesto a postergar el tratamiento de este proyecto si es necesario. Por otro lado, el Ejecutivo planea enviar un proyecto de "igualdad ante la ley" en las sesiones ordinarias, que podría generar rechazo en sectores progresistas y aliados.
Las negociaciones con la oposición son clave para el avance de los proyectos. Algunos admiten conversaciones con el kirchnerismo, donde la eliminación de las PASO podría ser moneda de cambio para dar de baja el proyecto de Ficha Limpia. Sin embargo, otros niegan estas conversaciones y aseguran que no cederán en el tema de Ficha Limpia. El gobierno también busca ganar tiempo para mejorar su desempeño en las elecciones de octubre, y asegurarse de que Karina Milei tenga la última palabra en caso de una alianza institucional con el PRO.
Finalmente, hay incertidumbre sobre las fechas de las sesiones en la Cámara baja. Aunque se había planteado realizar la primera sesión en la primera semana de febrero, no hay nada seguro y se están considerando diferentes opciones. Las dificultades se multiplican debido a la necesidad de esperar siete días entre la aprobación en Diputados y el tratamiento en el Senado.