Desde su llegada como técnico interino en 2018, Lionel Scaloni transformó a la Selección argentina, llevándola de estar fuera del top 10 del ranking FIFA a consolidarse como la mejor del mundo. Bajo su dirección, el equipo no solo ganó cuatro títulos, incluido el Mundial de Qatar 2022, sino que también estableció una nueva identidad futbolística.
El balance de su gestión es impresionante: 83 partidos dirigidos, con 58 victorias, 17 empates y solo ocho derrotas. Entre los logros más destacados están la Copa América 2021 y 2024, la Finalissima 2021 y la consagración mundialista. En este camino, Scaloni convocó a 113 jugadores, de los cuales 50 debutaron, mostrando su compromiso con la renovación generacional.
El renacer de la Albiceleste
El inicio del ciclo de Scaloni estuvo marcado por la reconstrucción. Desde su debut en un amistoso contra Guatemala, dejó fuera a figuras históricas como Higuaín y Mascherano, mientras daba lugar a jóvenes promesas como Leandro Paredes y Lautaro Martínez. Este recambio empezó a dar frutos en la Copa América 2019, donde la Selección alcanzó el tercer puesto.
El gran punto de inflexión llegó con la Copa América 2021, donde la Albiceleste rompió una sequía de 28 años sin títulos, venciendo a Brasil en el Maracaná. Este triunfo sentó las bases para el éxito en el Mundial de Qatar, donde, tras una dura derrota inicial ante Arabia Saudita, el equipo se fortaleció y logró una histórica victoria frente a Francia en la final.
Consolidación y nuevos desafíos
En 2023 y 2024, la Selección continuó dominando en la región, con Scaloni iniciando un nuevo recambio generacional. La conquista de la Copa América 2024 en Estados Unidos reafirmó su estatus como el mejor equipo del continente. Con Lionel Messi aún como figura clave, el equipo cerró el año liderando las Eliminatorias hacia el Mundial 2026 y el ranking FIFA.
El legado de Scaloni combina éxitos deportivos y una visión estratégica a largo plazo. Con una base sólida y nuevos talentos emergiendo, el objetivo es claro: mantenerse en la cima y apuntar a una nueva conquista en el Mundial de 2026.