La conmovedora historia de Ailing Hou, una joven fanática de la Selección Argentina de Beijing, culminó en un reencuentro virtual con su "héroe anónimo", Antonio, un chico de Santo Tomé, Santa Fe. Después de una intensa búsqueda, Ailing logró contactar al joven que la defendió de una agresión racista durante la final de la Copa América 2024 entre Argentina y Colombia en Miami, un suceso que capturó la atención pública.
Ailing, de 24 años y docente de inglés, viajó desde China por solo cuatro días para presenciar el partido, motivada por su fanatismo por Messi, Maradona y la Scaloneta, que nació en el Mundial de Sudáfrica 2010. En medio del caos y el descontrol en los accesos del estadio Hard Rock, ella y una amiga fueron acosadas e insultadas con gestos racistas por un grupo de hinchas colombianos que intentaban quedarse con sus asientos. Ailing relató haber sentido "mucho miedo" y casi abandonó el partido.
Fue en ese momento de angustia que apareció Antonio. El joven argentino, de apenas 17 años, se plantó valientemente frente a los agresores. Primero les gritó y luego, con la ayuda de agentes de seguridad a quienes fue a buscar, logró que los expulsaran del estadio. Su gesto fue "hermoso" y desinteresado, permitiendo que Ailing y su amiga pudieran disfrutar el partido tranquilas, ya que él permaneció cerca de ellas todo el tiempo.
La búsqueda de Ailing, que incluyó visitas a canchas, repartir cartas con fotos y pedir ayuda a periodistas, finalmente tuvo éxito cuando el padre de Antonio, Patricio Villalón, envió un correo electrónico revelando la identidad de su hijo. Tras el contacto inicial, Antonio, quien había estudiado inglés en Nueva York, pudo comunicarse directamente con Ailing por Instagram, quedando "realmente contento" con el emotivo hallazgo.
Este conmovedor vínculo trascendió la gratitud inicial. Ailing no solo le agradeció, sino que lo invitó a ver un partido de Eliminatorias de la Selección Argentina contra Venezuela en septiembre y, sorpresivamente, también lo invitó a China, una propuesta que dejó "helado" a Antonio. Aunque el encuentro presencial deberá esperar, esta historia de valentía y agradecimiento generó orgullo en la familia de Antonio y un "soplo de aire fresco" en el mundo del fútbol.
