El sector tambero argentino enfrenta una crisis silenciosa, marcada por años de dificultades agravadas por sequías y bajos precios de sus insumos. A pesar de una leve recuperación en los precios el año pasado, los productores no han visto un aumento en sus ingresos en los últimos cinco meses, mientras que los precios de los lácteos al consumidor siguen subiendo. Esto genera una gran diferencia entre lo que cobra el productor y lo que se paga en las góndolas, afectando tanto a los tamberos como a los consumidores.
Un productor tambero, José Luis Volando, explica que actualmente reciben alrededor de 440 pesos por litro de leche, lo que representa aproximadamente el 30% del precio final en góndola. Mientras tanto, el consumo de leche ha disminuido debido a la situación económica del país y a la estacionalidad, con un menor consumo durante el verano. Además, los productores enfrentan un panorama desalentador, con un 10% menos de tamberos activos en el último año, lo que equivale a 1000 tambos menos en Argentina.
Esta reducción en el número de productores no es inmediata, sino el resultado de un desgaste progresivo debido a las dificultades económicas. Los tambos son importantes para mantener a las familias en las zonas rurales, ya que generan empleos locales. Por lo tanto, la desaparición de tambos tiene un impacto negativo en las comunidades rurales.
La situación del sector tambero requiere atención urgente. Es esencial un apoyo gubernamental para asegurar la sostenibilidad de esta actividad, que no solo produce un alimento básico, sino que también juega un papel crucial en la economía y la sociedad rural. Los productores esperan que se implementen medidas que les permitan obtener ganancias justas por su trabajo y se promueva la estabilidad en el sector.
Fuente: Rivadavia Resistencia 88.1 - Mario Portugal y equipo de Esta Mañana