“Hace una semana se pagó recién el segundo adelanto del Tesoro a una provincia, los famosos ATN, por $1.500 millones a Chubut. El primero había sido a Corrientes por $1.000 millones a fines de enero”, mencionó un economista a infobae.
El Presidente había dicho que se terminaron las transferencias discrecionales a las provincias, pero le giró un ATN al gobernador Gustavo Valdés cuando se desarrollaba la negociación por la Ley Ómnibus. La planilla de transferencias a provincias revela con claridad que Corrientes fue beneficiada con un ATN.
Con el dato de inflación de enero, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) recalculó cuál fue el recorte en términos reales de las transferencias a provincias. “El conjunto de provincias más CABA tuvo una caída de 11,5% real interanual en las transferencias automáticas. En las transferencias no automáticas, la caída es del orden del 98% real interanual. En la suma de ambas, se puede ver una caída del 13,2%”, mencionó.
“Si se toma la diferencia de transferencias totales de nación a provincias (valuadas a pesos constantes de enero 2024) entre el primer mes de 2023 y 2024, la pérdida de dinero asciende a $348.000 millones lo que representa $7.450 por persona. Las jurisdicciones que menos perdieron en términos per cápita fueron CABA, Mendoza y Córdoba mientras que Catamarca, Formosa y Tierra del Fuego fueron las de mayor pérdida”, planteó el economista de Iaraf Nadin Argañaraz.
Con todo, los datos del Presupuesto Abierto, un portal oficial que muestra casi en tiempo real el ritmo de gasto devengado – es decir, los pagos prometidos pero no efectivamente pagados – exhibe que hacia mitad de mes de febrero aún había, en el renglón presupuestario de Transferencias (el 72% del total), algunos programas que tuvieron una ejecución de fondos igual a cero.
Entre ellos se listan Acciones de Nutrición (que tiene un presupuesto de $17.416 millones), Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires (que cuenta con $274.400 millones), Formulación y Ejecución de la Política de Energía Eléctrica ($1,7 billones), Ampliación de Redes Eléctricas de Alta Tensión ($13.700 millones), Asistencia Financiera a Empresas Públicas ($153.000 millones), Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas ($95.300 millones), Fortalecimiento Edilicio de Jardines de Infantes ($14.400 millones), Acciones de Integración de Personas con Discapacidad ($2.000 millones).
Doce de los catorce rubros del gasto en transferencias hacia Obras Públicas tienen 0% de ejecución. Ahí se incluye Fortalecimiento de la Infraestructura para el Transporte y la Movilidad Sostenible, Desarrollo Sustentable de la Cuenca Matanza – Riachuelo, Fortalecimiento de la Infraestructura Social, del Cuidado y Sanitaria, Desarrollo de la Infraestructura del Conocimiento, Desarrollo de la Infraestructura Ambiental y Apoyo para el Desarrollo de la Infraestructura Hidráulica, entre otros. Vialidad Nacional tampoco tuvo fondos ejecutados.
En ese plano, solo tres de los trece programas del Ministerio de Salud recibieron transferencias presupuestarias en el primer mes y medio del 2024. Quedaron afuera de cualquier tipo de financiamiento Planificación, Control, Regulación, Estudios, Investigaciones y Fiscalización de la Política de Salud, Prevención y Control de Enfermedades Crónicas no Transmisibles. Ninguno de los cinco programas de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología tuvo transferencias presupuestarias. Tampoco Ambiente, Seguridad o Energía Atómica.