Tras la muerte del Papa Francisco, este lunes por la mañana en Roma, se activó el milenario protocolo del Vaticano para la sucesión papal. Conocido como “Interregno Papal”, este período abarca desde el fallecimiento del pontífice hasta la elección de su sucesor.
El proceso comienza con los novenidales, nueve días de duelo oficial que incluyen misas diarias en memoria del Papa fallecido. El cuerpo de Francisco será expuesto en la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan rendirle homenaje, y su entierro debe realizarse entre el cuarto y el sexto día desde su fallecimiento.
En paralelo, los cardenales menores de 80 años se preparan para el cónclave, la asamblea en la que elegirán al nuevo pontífice. Aunque todavía no hay fecha confirmada, este proceso suele comenzar después del funeral papal.
La elección del nuevo papa puede tomar entre dos y tres semanas, aunque el plazo puede extenderse si los cardenales no logran alcanzar un consenso en las primeras votaciones. El cónclave se realiza a puertas cerradas en la Capilla Sixtina, donde los cardenales votan hasta que uno de ellos obtenga una mayoría de dos tercios.