Carlos Frette, psicólogo social, analizó en su habitual columna en Radio Facundo Quiroga los efectos del alcohol en la conducta humana. Según él, el consumo de alcohol no solo afecta las capacidades cognitivas, sino que también altera nuestras emociones, lo que puede llevar a comportamientos impulsivos que no reflejan nuestra verdadera personalidad. "El alcohol modifica profundamente el juicio y la percepción, aumentando el riesgo de tomar decisiones peligrosas para uno mismo y para los demás", explicó.
Frette destacó que el consumo de alcohol tiene efectos significativos sobre el control motor, como la dificultad para caminar o conducir. A nivel emocional, el alcohol reduce los frenos sociales, lo que puede generar conductas impulsivas, agresivas y de riesgo. "Muchos de los casos de violencia tienen que ver con el alcohol, ya que altera tanto las emociones negativas como las positivas", indicó.
Asimismo, el especialista señaló que la tolerancia al alcohol varía según la persona, lo que significa que algunos, por ejemplo, las mujeres, son más susceptibles a los efectos de menores cantidades de alcohol. Este fenómeno está vinculado a la alteración de la corteza prefrontal, la zona del cerebro encargada del juicio y las funciones ejecutivas.
Frette también abordó la importancia de hablar de manera abierta sobre estos temas, especialmente en el ámbito familiar, para prevenir situaciones de riesgo. "La prevención primaria es clave, especialmente al hablar con nuestros hijos desde pequeños sobre los peligros del alcohol y las adicciones", subrayó.