La cena de Navidad es un momento de celebración, pero también un desafío para el estómago debido a la cantidad de alimentos calóricos que se consumen. Según expertos en nutrición, el secreto para disfrutar sin consecuencias negativas radica en la moderación y en adoptar hábitos saludables antes, durante y después de la celebración.
La nutricionista Sandra Sardina destaca que la clave no está solo en lo que se viene durante las Fiestas, sino en los hábitos alimenticios mantenidos durante todo el año. Sin embargo, para estas fechas especiales, aconseja planificar un menú equilibrado, incorporar ensaladas y frutas, y evitar sobrecargar el cuerpo con porciones excesivas.
Otro punto fundamental es escuchar el cuerpo y no forzar el estómago a “atiborrarse”. El especialista sugiere disfrutar de porciones moderadas y prestar atención a la combinación de alimentos. También es vital cuidar la hidratación: alternar bebidas alcohólicas con agua no solo mejora la digestión, sino que ayuda a controlar el apetito y prevenir malestares.
Las calorías consumidas en una sola cena navideña pueden superar las necesidades diarias de un adulto. Por ello, recomiendan evitar saltarse las comidas previas, optando por platos ligeros como cremas de verduras o ensaladas, para no llegar con hambre excesiva a la mesa. Además, sugiere equilibrar los menús festivos con alimentos bajos en grasas y ricos en fibra.
Cuidar la salud durante las Fiestas no significa renunciar a los placeres gastronómicos, sino aprender a disfrutar con moderación. Planificar, controlar las porciones y escuchar el cuerpo son los pasos esenciales para pasar una Navidad saludable y llena de alegría.