En pleno auge de las compras online durante las festividades, es común que los productos no siempre cumplan con las expectativas del comprador. Afortunadamente, la Ley de Defensa del Consumidor 24.240 protege a los consumidores, permitiéndoles devolver productos adquiridos por Internet dentro de los 10 días corridos posteriores a la recepción sin necesidad de justificar el motivo.

Durante este período, el comprador no tiene que dar explicaciones para devolver el artículo, pero debe devolverlo en su embalaje original y en perfecto estado. En caso de que el producto haya llegado defectuoso o no sea el solicitado, los gastos de devolución correrán a cargo de la empresa vendedora. Sin embargo, si el comprador decide devolverlo por desinterés, será responsable de los costos de envío.

Para realizar una devolución, el consumidor debe enviar el producto a la dirección indicada en el paquete o en la factura junto con el formulario de devolución. En caso de que la empresa no responda adecuadamente, se puede presentar un reclamo en la Ventanilla Única Federal de Defensa del Consumidor. Es importante conservar la factura, correos electrónicos y capturas de pantalla como respaldo para hacer valer los derechos del consumidor.