Un tribunal colegiado en Sáenz Peña, Chaco, Argentina, falló unánimemente a favor de cinco niñas que solicitaron ingresar al colegio religioso Politécnico Juan XXIII, históricamente reservado para varones. La abogada Adriana de Langhe presentó un recurso de amparo en nombre de las estudiantes, argumentando que la negativa del colegio vulneraba su derecho constitucional a la educación y promovía un trato desigual y discriminatorio.
La decisión judicial obliga a las autoridades religiosas del colegio a permitir el ingreso de las alumnas. Tras la presentación del caso ante la justicia por la abogada De Langhe, más mujeres se sumaron a la solicitud de ingreso al colegio. Los jueces Rodolfo Lineras, Mariana Benítez y Mauricio Rouvier determinaron que la institución ejercía prácticas discriminatorias al restringir el acceso a las estudiantes.
Los argumentos presentados por el colegio, que alegaban la importancia de la educación diferenciada y su enfoque en varones de hogares vulnerables, no fueron considerados convincentes por los magistrados. Los jueces resaltaron que la postura del colegio obstaculiza la igualdad de géneros y que su ideario pedagógico va en contra de la normativa constitucional y convencional en materia educativa.
El tribunal determinó que el ideario del Politécnico, aunque posiblemente válido en el pasado, perdió legitimidad frente a la Constitución Nacional. Este fallo marca un precedente importante en la lucha por la igualdad de acceso a la educación y pone fin a un modelo educativo excluyente y segregador en la provincia.