Club del Guiso Solidario: una iniciativa chaqueña para alimentar con dignidad y compromiso social

8 de octubre 2025, 10:18hs

En Resistencia, frente a la necesidad de acompañar a niños en situación de vulnerabilidad y con la idea de canalizar la solidaridad de la comunidad, el arquitecto Carlos Alabe, de la Fundación Ciudad Limpia, explicó en diálogo con Radio Facundo Quiroga cómo funciona el Club del Guiso Solidario: “Nosotros tratamos de mirar la sociedad y lo que nos pasa. Como decía el doctor Favaloro, si uno va a la universidad, lo menos que puede hacer es darse cuenta de que esos saberes que uno aprende son gracias a toda una sociedad que está aportando para que uno estudie. Entonces, hay que levantar la vista y devolver un poco de lo mucho que la gente hizo para que uno se reciba”.

Sobre la iniciativa, Alabe detalló: “Con muchos que pensamos igual, dijimos: vamos a hacer algo por todos estos pibes que a veces comen salteado. Si se alimentan mal, las enfermedades empiezan a aparecer, y la desnutrición es uno de los problemas que genera más cantidad de enfermedad. Por eso armamos este club, con un nombre simpático, para que se entienda que con $6300 se puede dar un buen plato de comida con gaseosa y postre a un chico”.

El arquitecto explicó que el sistema es simple y transparente: “Hay un alias que es CasaGarrahanChaco, la gente deposita ahí. Nosotros con la contadora controlamos todo y destinamos los fondos a esta iniciativa. También hay quienes colaboran comprando carne o arroz en comercios locales y nos avisan para retirar. Nos está yendo muy bien porque hay mucha gente que levanta la vista y ve que hay otros que no la están pasando bien”.

Alabe subrayó que la ayuda llega a distintos merenderos de la ciudad: “A veces uno no puede ayudar como quisiera, pero no solo se les da de comer, también se enseña algo más. Algunos merenderos enseñan historia, lectura o valores. Hay que acompañar a esa gente porque trabaja voluntariamente y no hay que dejarla sola”.

Finalmente, reflexionó sobre el valor de la solidaridad: “Lo más lindo que descubrí en mi vida es poder dar. Conseguir un medicamento, una silla de ruedas o un plato de comida no tiene precio. A veces uno lo hace casi por egoísmo, porque quiere sentirse bien, pero esa felicidad que genera ayudar al otro es incomparable”.

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