En 2024, la provincia de Chaco logró un avance significativo en materia de seguridad vial, descendiendo del primer al sexto lugar en el ranking de siniestros viales. Este cambio, aunque positivo, no es motivo de orgullo según el Subsecretario de Seguridad Vial del Chaco, Rafael Acuña Agnelli, ya que la cifra de accidentes sigue siendo alta. El aumento del flujo vehicular, especialmente en el corredor bioceánico, exige un mayor respeto a las normas de tránsito.

Para mejorar la seguridad en las rutas, se intensificaron los controles de alcoholemia y velocidad. Además, se recuerda a los conductores la obligatoriedad de llevar la licencia de conducir, la cédula del vehículo, el seguro, balizas, matafuegos y la Revisión Técnica Obligatoria (RTO). La falta de estos requisitos es un problema recurrente. Se ha implementado un plan de contingencia en colaboración con Gendarmería Nacional, la Agencia Nacional de Seguridad Vial y policías provinciales para evitar colapsos en caso de accidentes, priorizando el despeje del Puente General Belgrano y la regulación del tránsito.

La infraestructura vial precaria en las rutas del norte argentino, como las nacionales 16, 95 y 11, es un factor crítico, con obras inconclusas y mal estado de banquinas y pavimentos. Aunque los procesos de reparación avanzan lentamente, existe un compromiso a nivel provincial y nacional para atender esta problemática. El Subsecretario también enfatiza la importancia de la educación vial desde edades tempranas para generar un cambio cultural que priorice el respeto por las normas y la vida.

El objetivo final es llegar a cero accidentes. Se busca la participación activa de todos para lograr un cambio cultural que valore la vida y prevenga siniestros viales. La mejora en las estadísticas de siniestros viales en Chaco es un paso positivo, pero aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar la seguridad en las rutas.