Entre cráteres, piedras cósmicas y leyendas, Campo del Cielo, en la localidad chaqueña de Gancedo, es un lugar donde el cielo y la tierra parecen encontrarse desde hace miles de años. Allí, los guías de la comunidad Nauecqataxanaq comparten con los visitantes su cosmovisión y el valor espiritual del sitio. En diálogo con Radio Facundo Quiroga, Gabino Mocoví, integrante del grupo, expresó: “Para mí es todo un placer. El grupo está formado por diez chicos moqoit, y dos son mujeres que participaron desde el inicio del proyecto”.
El guía explicó que la formación del equipo combinó saberes científicos y ancestrales. “Nos capacitamos con astrónomos, pero también con los ancianos de la comunidad. Ellos nos contaron la historia, su sabiduría, cómo conocieron Campo del Cielo y qué significa para el pueblo Moqoit. Con el tiempo fui entendiendo el mensaje que querían dejar: que esto se transmita y que toda la gente pueda conocer, visitar y respetar este lugar. Es una forma de protección, para que podamos cuidarlo entre todos”, afirmó.
Mocoví destacó el impacto que el sitio genera en los visitantes. “Vienen con una mirada y se van con otra totalmente distinta, cargados de energía. Muchos quedan sorprendidos cuando hacemos la lectura del cielo Moqoit, porque observamos las constelaciones y contamos la historia del cielo como lo veían nuestros ancestros. Se van re contentos, llenos de energía y con una forma diferente de mirar el cielo”, señaló.
“El cielo para nosotros representa la conexión entre el cielo y la tierra. Muchas de nuestras constelaciones e historias están basadas en ese camino donde los seres que habitaron la tierra están ahora en el cielo protegiéndonos”, explicó el guía, subrayando la dimensión espiritual del lugar.
Finalmente, compartió su anhelo para el futuro: “Uno de mis sueños es que muchas personas reconozcan este lugar y que podamos tener más herramientas para ofrecer una linda experiencia a los turistas. Campo del Cielo es un lugar único en el mundo, y debemos cuidarlo entre todos”.
