El 2024 ha sido un año de hitos para Bitcoin, consolidándose como una opción de inversión cada vez más popular. Creada en 2008, Bitcoin es una moneda digital descentralizada que opera en Internet sin la necesidad de bancos o gobiernos. Esta característica la convierte en una alternativa atractiva para aquellos que buscan evitar restricciones financieras y realizar transacciones rápidas y seguras. La tecnología de Bitcoin garantiza que una vez que una transacción se registra en su libro de contabilidad digital, es inalterable, lo que proporciona una seguridad robusta.
Bitcoin se puede obtener de varias maneras: comprándola en plataformas de intercambio, aceptándola como pago por bienes o servicios, o a través de la minería, aunque esta última requiere conocimientos técnicos más avanzados. En Argentina, el uso de Bitcoin es legal y ha ganado popularidad como medio para ahorrar, enviar dinero al extranjero y realizar pagos. La creciente aceptación de Bitcoin se evidencia en el interés del gobierno argentino en colaborar con El Salvador, donde esta criptomoneda es moneda de curso legal. A pesar de esto, es crucial entender los riesgos asociados, como la volatilidad del precio y la importancia de un almacenamiento seguro de las claves privadas.
Una billetera de Bitcoin es esencial para almacenar, enviar y recibir esta criptomoneda, funcionando como un "banco digital personal". Existen billeteras digitales y físicas, pero la seguridad de las claves privadas es primordial para evitar la pérdida de fondos. Además del riesgo de la volatilidad, se debe tener presente el halving, un evento programado que ocurre cada cuatro años y que reduce a la mitad la cantidad de Bitcoin que reciben los mineros por validar transacciones. Este evento limita la oferta de la moneda, pudiendo influir en su precio.
En la provincia del Chaco, la adopción de Bitcoin está aumentando gradualmente, impulsada por la necesidad de protegerse de la inflación y la inestabilidad económica. Sin embargo, a pesar de esta creciente adopción, Bitcoin no se vislumbra como un medio de pago para operaciones diarias en el futuro cercano. Su naturaleza como un activo escaso impulsa a las personas a acumularlo en lugar de gastarlo. En cambio, las criptomonedas estables, como las que tienen paridad con el dólar, podrían ser más utilizadas en el día a día.