Lo hizo con la sanción de una ley que prohíbe el uso de redes sociales a menores de 16 años, marcando un antes y un después en la regulación tecnológica a nivel mundial.
La medida, que entrará en vigor en noviembre de 2025, busca proteger la salud física y mental de los jóvenes y establecer estrictos controles de verificación de edad, que podrían incluir datos biométricos o identificación oficial.
Las empresas que incumplan podrían enfrentar multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos.
Con 102 votos a favor y 13 votos en contra, la mayoría de los representantes respaldaron la iniciativa que obligaría a las plataformas, como X, TikTok, Facebook e Instagram, a tomar medidas que prohíban el acceso de los menores a sus plataformas.