Con solo 150 minutos de ejercicio semanal, se puede desafiar al sedentarismo y mejorar la salud, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS), al destacar que la actividad física es clave para prevenir enfermedades crónicas y potenciar el bienestar general.
Sin embargo, en la actualidad, la modernidad impulsa un estilo de vida cada vez más sedentario, una falta de acción que amenaza con socavar estos beneficios. Ahora, un nuevo estudio refuerza la importancia de mantenerse activo, sugiriendo que incluso los jóvenes están en riesgo debido a largos periodos de inactividad.
El estudio muestra que estar sentado durante ocho horas o más al día perjudica la salud, incluso en adultos jóvenes activos, aumentando notablemente los niveles de colesterol y el índice de masa corporal (IMC), ambos indicadores de riesgo para enfermedades cardíacas y obesidad.
Este estudio, basado en la recolección de datos de más de 1000 hombres y mujeres con una edad promedio de 33 años, concluye que las actuales pautas de ejercicio, establecidas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. en —al menos— 2,5 horas de ejercicio moderado o 1 hora y 15 minutos de entrenamiento vigoroso por semana, son insuficientes para contrarrestar los efectos negativos de un estilo de vida sedentario. Los investigadores enfatizan la necesidad de reducir el tiempo que se pasa sentado y aumentar la actividad física vigorosa para mitigar estos riesgos a la salud.
La investigación destaca, además, la urgente necesidad de modificar comportamientos sedentarios y fomentar hábitos más activos para mantener la salud cardiovascular y metabólica. Los investigadores sostienen que “reducir el tiempo que pasan sentados, mejora significativamente los resultados de salud”. De este modo, insisten en la importancia de incorporar altos niveles de actividad vigorosa. (Infobae)